El 6 de
Julio de 2012 llegó a nuestros cines la última adaptación del famoso personaje
de Marvel, Spider-Man. En esta ocasión se ha optado por olvidarse de las
adaptaciones de Sam Raimi, adaptaciones que, gustasen en su día o no, dejaban
un poco que desear, en especial esa tercera parte.
Este nuevo reboot está dirigido por Marc Webb y protagonizado por Andrew
Garfield (Peter Parker/Spider-Man) y Emma
Stone (Gwen Stacy). Sin duda lo mejor de la película es la química de sus
dos protagonistas y la profundidad que les dan a sus respectivos personajes, Garfield está correcto tanto en su papel
de Peter Parker como en su alter ego y Stone
consigue que no se eche de menos para nada al personaje de Mary Jane. A quien
si se echa de menos son a personajes como J.J.J.
Por mucho que intenten venderla como la historia jamás
contada lo cierto es que cuentan la misma historia de siempre con varios
cambios y parte de la trama inventada que se aleja completamente del comic.
Volvemos a ver como se meten con Peter Parker en clase, como le pica la araña,
como va descubriendo sus poderes y el asesinato de tío Ben (Martin Sheen), pero el estilo, ambientación
y caracterización de los personajes está mucho mejor que cualquiera de los 3
films del superhéroe realizados por Raimi.
La película es amena y
divertida y quizás flojea algo al final pues el gran fallo de la película es el
personaje del lagarto (Rhys Ifans) que tiene
poca profundidad y sus objetivos dejan mucho que desear por lo simple y poco elaborados
que son, el aspecto que le dan al lagarto deja mucho que desear, parece un
primo de los lagartos de V, tendrían que haber escogido un villano menos
secundario.
Aun con sus fallos y la parte de la
trama que se aleja tanto del comic, es la mejor adaptación hecha actualmente de
Spider-Man y esperemos que en las futuras secuelas tanto la trama como los
villanos vayan mejorando y que nos ofrezcan la película perfecta del mejor
personaje que tiene Marvel.
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