Django desencadenado es la nueva película de Tarantino, el esperado spaghetti western del que hablaba cuando hizo Kill Bill (hace casi 10 años ya). Con tanto tiempo de preparación no es de extrañar que le salga este tipo de peliculones.
Django es una película divertida, violenta, con un gran reparto y unos diálogos muy buenos. Con sus casi 3 horas de duración la película no aburre y te mantiene pegado en el asiento hasta el final, incluido el final de los créditos con un último punto cómico.
El argumento no es complejo, Django (Jamie Foxx) es un esclavo al que compra el Dr. King Schultz (Christoph Waltz), un caza recompensas que necesita ayuda en uno de sus trabajos. Al finiquitar el trabajo el Dr. Schultz le concede la libertad y se propone para ayudar a Django en la búsqueda y rescate de su mujer esclava cuyo dueño es Calvin Candie (Leonardo DiCaprio).
Durante toda la película veremos el humor que tiene Tarantino al criticar la esclavitud y el racismo, la escena de los hombres con los sacos en la cabeza es sin duda de lo mejorcito de la película.
En cuanto las interpretaciones de los actores son magníficas, el correcto Christoph Waltz, al que ya vimos en el mejor papel de la película Malditos Bastardos, lo vuelve a bordar. Y mención aparte para Samuel L. Jackson que interpreta al negro negrero de una manera sublime y cuyo personaje secundario tiene un gran peso y trasfondo.
No hace falta entrar mucho en detalles en cuanto a la banda sonora y la violencia del film, con decir que es Quentin Tarantino se dice todo.
Una película muy recomendable, posiblemente una de las que más me gusten de todo este 2013 y solo estamos en Enero.
